Muchas veces sale bien el estar cocinando algo sin seguir una receta (es decir, con lo que tienes en la nevera/despensa) y guiarse por el olor que desprende.
Yo lo que hago a veces es oler lo que hay en la sarten y ver si quedaría bien una especie o un chorro de vino o algún otro ingrediente. Cojo por ejemplo el comino, lo huelo y seguidamente vuelvo a oler la sartén. Generalmente funciona, es decir, sabes por ti mismo si esa combinación de olores va a quedar bien después en el sabor.
miércoles, 13 de junio de 2007
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